2024-04-16 [Num. 978]


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Columnistas  - Halajot en la Actualidad

Rav Daniel Shmuels

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Por Rav Daniel Shmuels
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Rav Daniel Shmuels nació en Bogotá, Colombia. Psicólogo de la Universidad Nacional de Colombia, psicoanalista del Lacanian School of Psychoanalysis e hizo sus estudios rabínicos en el Rabbinical College of America. Fue First Assistant Rabbi para Ohev Shalom al igual que para el Chief Rabbinate of Florida. Fundador del Beit Din of South Florida, miembro de los Batei Din of America. Tradujo y editó el libro “Bienvenido al Judaísmo: Una Guía al Judaísmo Básico y la Conversión Judía Ortodoxa”. Actualmente es el Head Rabbi de la Keilá The Private Shul of South Florida.

Kol Israel Arevim Ze VeZe Todo Israel es responsable uno del otro

2017-02-02

Tzniut woman

Se ha expuesto anteriormente la importancia que tiene Tzniut dentro de nuestra sagrada Halajá en momentos sociales de cambio tan drásticos como los que vivimos en la actualidad. De la mano de esta situación; en el proceso de enseñar judaísmo, a lo largo de los años, me he encontrado con tres preguntas constantes por parte de mis estudiantes en relación con Tzniut a saber:

¿Por qué hay restricciones en la manera como las mujeres se visten? Es más, ¿por qué muchas de estas restricciones no aplican para los hombres? Y más allá de ello,

¿Son esas restricciones de la Torá? o son rabínicas, y en dado caso

¿Tiene alguna importancia que provenga de diferente fuente?

Es mi más profundo deseo que el responder cada una de estas preguntas permitirá, en última instancia, que el judío promedio entienda la importancia de este tema para ponerlo en práctica en su cotidianidad; por cuanto, es precisamente este punto Halájico el que observo en la actualidad como uno de los más difíciles de cumplir por parte de Klal Israel.

Para responder a la primera pregunta me es necesario traer a colación un término Halájico que encontramos en la Masejta de Shavuos 39a, en la Masejta de Sota 37a y a lo largo del Talmud aparecerá una y otra vez. Se trata del concepto de "Kol Israel Arevim Ze VeZe"; es decir, todo Israel es responsable uno del otro. Esto significa que es la responsabilidad de todos y cada uno de nosotros velar y asegurar por la integridad del otro, dando de nuestra parte y los otros dando de su parte. La base MiDe Oraita de esa Halajá se encuentra en Vayikra, capítulo 19, donde la Torá nos enseña: "Lifnei Ivra Lo Sitein Mijshul, Vaeyaresa Me'Elokeja Aní HaShem (No debes poner una piedra frente a un ciego, pero debes temer a vuestro Dios Yo soy HaShem)". Esa es la clave para entender el por qué las mujeres tienen en el judaísmo restricciones en su vestimenta. Si bien, todo hombre es responsable por sus pensamientos y acciones y está en sus manos evitar la tentación, también toda mujer tiene la obligación de vestirse apropiadamente para que ningún hombre llegue a tener pensamientos o acciones inapropiadas. Esa es la esencia de Kol Israel Arevim Ze VeZe, esa es la responsabilidad Halájica que todos tenemos con nuestro prójimo para que no se tropiece. El que una mujer se vista de una manera inapropiada equivale a ponerle una piedra frente a un ciego para que este tropiece. Es por ello que hay restricciones para las mujeres en su forma de vestir. A su vez, es la Halajá la que define qué es Tzenua (recato) y qué es Perus (inapropiado) en el vestir de una mujer, esas leyes son detalladas y puntuales y requieren de un estudio puntual y exhaustivo por aparte.

Ahora bien, también se puede decir que el hombre tiene obligaciones en este sentido y de hecho las tiene; sin embargo, la Torá en su inmensa sabiduría sabe que la mujer, quien está en un nivel físico y espiritual más elevado que el del hombre, corre mucho menos peligro, por así decirlo, de poner en riesgo su espiritualidad y su devenir que el hombre en general. Nuestros sabios nos enseñan que aun cuando un hombre se vista provocativamente, ello no va a llevar a una mujer a un desastre espiritual y familiar en donde ese pensamiento la invada permanentemente hasta el punto de abandonar a su esposo e hijos en pro de la lujuria que surgió al observar a tal personaje. Ese no es el caso del hombre, el hombre es mucho más débil y mundano; por ello mismo, Dios nos comandó recordatorios visibles permanentes en nuestro vestir y proceder, para que nos acordemos de Sus Mitzvot todo el día y no nos descarriemos, porque la naturaleza del hombre en general es más propensa a errar. Sí, puede haber y seguro hay excepciones en el proceder para ambos casos; empero, la generalidad es la mencionada anteriormente y ese es el motivo por el cual no hay tantas restricciones en el vestir del hombre.

De cualquier forma los hombres también se tienen que vestir con modestia; sin embargo,  a diferencia de la mujer, muchos aspectos de ese código de vestimenta están en el registro del Minjag y no de la Halajá. Por ejemplo, para el hombre es Halajá utilizar todo el tiempo Kipá, al igual que Talit Katán y frente a esto no hay excusa alguna para su falta de uso, no importa el clima, el lugar, la ocasión, todo hombre tiene que seguir este comportamiento. Así mismo, está totalmente prohibido para un hombre ver la desnudez de una mujer. Esa desnudez de la que la Halajá habla no es solamente ver una mujer sin ropa sino que también incluye ver a una mujer que no se vista de acuerdo a las leyes de Tzniut. Esto tiene una repercusión en la manera como muchos hombres ortodoxos caminan en el diario vivir, bien sea mirando al suelo o mirando hacia arriba y motivo por el cual el sombrero, tan usado dentro de la ortodoxia, tiene una doble función Halájica, pues aparte de ser una doble cobertura en la cabeza también permite cubrir la cara del hombre en su caminar para que solo observe sus pasos. Esa es la responsabilidad Halájica que tiene el hombre en sus manos. 

Como lo hemos visto, las leyes que gobiernan Tzniut tienen como base la Torá, su esencia proviene de la Torá Shebijtav; empero, sus especificaciones y particularidades, tanto para hombres como para mujeres, son establecidas MiDe Rabanan. De cualquier forma; como lo establece la Torá misma, es nuestro deber seguir los cercos que nuestros rabinos han creado para asegurar el cumplimiento apropiado de ella. Esto no quiere decir que si un rabino decide quitar las leyes de Tzniut, ese debe ser nuestro proceder. Por el contrario, ese proceder se aleja del concepto de cerco preventivo para convertirse en comportamiento inapropiado. 

Ahora bien, ¿qué judío voy a ser yo, el que le pone una piedra en frente a un ciego o el que se la quita del camino? Más aún, ¿qué tanto poder tiene mi ego sobre la Voluntad Divina para establecer sin base Halájica alguna que la manera como me quiero vestir es la manera adecuada porque así lo decido yo? Para concluir; si afirmamos que la Halajá es viva y dinámica, ¿no debería haber una actualización frente a las restricciones como se visten las mujeres?



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