2024-04-19 [Num. 979]


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Columnistas  - Halajot en la Actualidad

Rav Daniel Shmuels

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Por Rav Daniel Shmuels
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Rav Daniel Shmuels nació en Bogotá, Colombia. Psicólogo de la Universidad Nacional de Colombia, psicoanalista del Lacanian School of Psychoanalysis e hizo sus estudios rabínicos en el Rabbinical College of America. Fue First Assistant Rabbi para Ohev Shalom al igual que para el Chief Rabbinate of Florida. Fundador del Beit Din of South Florida, miembro de los Batei Din of America. Tradujo y editó el libro “Bienvenido al Judaísmo: Una Guía al Judaísmo Básico y la Conversión Judía Ortodoxa”. Actualmente es el Head Rabbi de la Keilá The Private Shul of South Florida.

Del desierto a nuestras mesas por siempre

2020-02-04

Challa shabt

La Torá, en el Sefer Shemot, nos enseña que el Eibishter les proveyó a los hijos de Israel, después de su salida de Mitzraim (Egipto) hasta que entraron a la tierra prometida, durante cuarenta años, con el pan del cielo, el Maná. De cualquier forma, para permitirles observar el Shabat, Dios les entregaba una doble porción el viernes y de esta manera no tenían que salir en Shabat a recoger el Maná en dominio público. Para recordar este milagro por todas las generaciones a venir, nuestros sabios instituyeron que siempre, al inicio de cada comida de Shabat, debemos tener dos panes completos para comer de ellos. Estos dos pases específicos se conocen en hebreo como Lejem Mishne, doble pan en español. 

El Shulján Aruj, en Oraj Jaim 274, nos explica que  este decreto rabínico se aplica a la primera y segunda comida del Shabat. Debido a que también es Halajá tener una Seudat Shlishi (tercera comida de Shabat), es nuestra costumbre tener este Lejem Mishne para dicha ocasión; sin embargo, hay muchas comunidades ortodoxas que sólo tienen un pan completo para la Seudat Shlishi mas no dos. El motivo para este Minjag (costumbre) yace en la opinión que los israelitas, durante su estadía en el desierto, sólo tenían un pan completo para la tercera comida. 

Ahora bien, la opinión general es que para las tres comidas de Shabat se usa Lejem Mishne, inclusive si se realizan más comidas, lo cual está totalmente permitido. Así mismo, hay Mijaguim en donde sólo se come Lejem Mishne en las dos primeras comidas sin que haya una tercera comida formal. De acuerdo a esta costumbre, antes de ir al Shul (sinagoga) en la mañana del Shabat, se toma un desayuno de Mezonot, el cual haría las veces de Seudat Shlishi siendo realmente la segunda. Todo esto, para aquellos que se aventuran a pasar Shabatot en comunidades diferentes a la propia para que así estos comportamientos no los tomen por sorpresa. 

Igualmente, el Shulján Aruj, en Oraj Jaim 529:1, establece que en Yom Tov también se debe llevar a cabo Lejem Mishne debido a que el Maná no caía en estos días. Aquí el asunto se simplifica porque Halájicamente en Yom Tov sólo tenemos dos comidas y nada más, así que no hay ninguna otra opción. En el dado caso que se acostumbre consumir una comida antes de ir al Shul en la mañana o antes de los servicios de Minjá y Maariv, es obligatorio que sea una comida con Mezonot. 

Para las festividades post bíblicas y festividades menores como Purim, Jánuca, Jol HaMoed, Rosh Jodesh o Seudat Hamafseket (comida antes de un ayuno completo) no es obligatorio tener Lejem Mishne; sin embargo, es nuestra costumbre tener dos panes completos para la Seudat Purim y para la Seudat Hamafseket. Frente a esto último, no hay mayor discrepancia entre costumbres y la Halajá da espacio para que cada congregación desarrolle su Minjag si así lo desea. 

El tipo de pan que se debe usar para Lejem Mishne debe provenir de harina de los famosos cinco granos; a saber, trigo, cebada, centeno, avena y espelta. La harina debe ser mezclada en su mayoría con agua pura o en otras palabras, la mayor parte del líquido de la mezcla debe ser con agua para que obtenga el estatuto de HaMotzi. Es necesario que el pan sea HaMotzi porque la Torá se refiere al Maná como pan; así mismo, nuestros sabios establecieron que para que una comida sea considerada comida es necesario que incluya HaMotzi; por consiguiente, Lejem Mishne debe ser HaMotzi. Aparte de ello, el hecho que el Lejem Mishne sea HaMotzi nos permite pronunciar el Birkat HaMazón (bendición de gracias) y con ello posiblemente podemos realizar un Zimun (lavado de los dedos) si hay tres o más hombres judíos en la comida. En pocas palabras, trae más santidad a la comida y a nuestras vidas.

Pero, ¿acaso hay otro tipo de pan que HaMotzi? No estoy seguro que en español exista un equivalente a la respuesta que voy a propiciar, así que lo haré con una mezcla de idiomas. De acuerdo a la Halajá, existe pan HaMotzi y pan Mezonot. El pan HaMotzi tiene en su mezcla una mayor parte líquida de agua; en cambio, el pan Mezonot tiene en su parte líquida otras sustancias diferentes al agua pura como lo sería jugo de manzana, huevos, aceite, miel, etcétera. Así que sí existe otro tipo de pan y ese pan Mezonot no es apto para ser Lejem Mishne de Shabat o Yom Tov. 

Esto nos introduce a un inconveniente Halájico. Resulta que para el mundo Ashkenazí, de acuerdo a la Mishna Brura 188:36, está permitido utilizar Matzá que no sea de huevo como Lejem Mishne; sin embargo, para el mundo Sefaradí, con la excepción de Pesaj, la bendición que se recita antes de comer Matzá es de Mezonot, por lo cual no puede ser utilizada como Lejem Mishne. Jida en Majazik Brajá 158:5 proporciona un análisis extensivo para esta legislación, el cual recomiendo a todo lector que desee adentrar en este tema de pan que no es pan a pesar de realmente ser pan. 

De cualquier forma el asunto se puede resolver con la cantidad de pan Mezonot que se ingiera, dependiendo de la opinión que se siga, por lo general el consenso es de ocho onzas. Esto puede resultar un poco etéreo para el lector porque la gran mayoría de personas no se fijan en las onzas que puede tener una Matzá; entonces, ¿se puede o no utilizar Matzá como Lejem Mishne? Para los Ashkenazí, sí, desde que no sea Matzá de huevo y para los Sefaradí, no, a menos que sea Pesaj o se coma más de ocho onzas de Matzá. En matemática simple, el asunto resulta básicamente imposible por cuanto una Matzá pesa, más o menos, 24 gramos y ello equivale a 0.8 onzas; es decir, se necesitarían 10 Matzot para llegar al equivalente de 8 onzas. 

Como dato curioso, para aquellos que no están familiarizados con el mundo Sefaradí, de acuerdo a la opinión de Bet Yosef, Oraj Jaim 168:7, si un pan tiene un sabor muy dulce, por más que la mayoría de líquido sea agua pura, la bendición que se debe pronunciar es la de Mezonot; por ende, este pan no puede ser utilizado como Lejem Mishne, aún cuando Halájicamente sea HaMotzi. De acuerdo a algunos Poskim, este pan dulce se puede utilizar si se come la cantidad mencionada anteriormente. 

Ahora bien, el asunto de la cantidad entre HaMotzi y Mezonot no es sólo para el mundo Sefaradí. Rav Moshé Feinstein, Posek Ashkenazí, legisló que si se come más de dos porciones de Mezonot, es necesario, después de la segunda y antes de la tercera, hacer Netilat Yadaim y enseguida HaMotzi. El ejemplo clásico de esto sería la pizza, si se comen sólo dos pedazos sólo se dice Mezonot pero si se va a comer un tercero, es necesario decir HaMotzi. 

Regresando al Lejem Mishne, a este también se lo conoce como Jalá; es más, creo que ese es el nombre como la mayoría de judíos se refiere al Lejem Mishne. La palabra Jalá surgió debido a la cotidianidad de su uso. Antiguamente, en era del Templo, las amas de hogar al hacer el pan debían entregar una cantidad de masa al Cohen. Con la destrucción del Templo, nuestros sabios establecieron que esa cantidad debía ser extraída de la masa recitando una Brajá antes de ello para enseguida poner ese trozo al horno junto con el pan a hornear. Es decir, técnicamente la Jalá no es el pan horneado o en nuestro caso el Lejem Mishne sino la masa que se extrajo y se puso en el horno. Es por ello que muchos empaques de Matzot y pan vienen con la aclaración “Challah Taken” o Jalá extraída. El aspecto que este pan sea trenzado o no, no es relevante para su estatuto de Lejem Mishne o de Jalá; sin embargo, es nuestra tradición que dicho pan sea trenzado. 

En cuanto al requisito de pan completo, esto quiere decir que, sin importar el tamaño, deber ser un pan entero, no puede estar tajado antes de recitar la Brajá respectiva. Si un pan completo pierde hasta 1/48 de su totalidad todavía sirve como Lejem Mishne; es mas, si se partió en dos y se lo puede unir, por ejemplo con un palo, para que dé la apariencia de completo, se puede utilizar como Lejem Mishne. En el caso de dos panes que al hornearse se hayan juntado, está permitido cortarlos para seguir considerándose como dos panes separados. 

Lejem Mishne, dos panes completos, desde el Éxodo de Mitzraim, durante los cuarenta años que deambulamos en el desierto hasta nuestras mesas hoy en día en cada Shabat, es una tradición en la que nos debemos esforzar para que Klal Israel la celebre y conmemore por generaciones a venir. 



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