España, que en su momento fue el imperio “donde nunca se ponía el sol”, vivió en 1492 un momento definitorio con la culminación de la Reconquista, cuando los Reyes Católicos expulsaron el último bastión musulmán en la península ibérica: el Reino de Granada. Desde entonces, y durante varios siglos, la presencia musulmana en la península y en los territorios de ultramar fue prácticamente inexistente.
En la actualidad, la realidad demográfica española muestra un cambio significativo. según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la población de origen extranjero en España ha pasado de 923 879 personas en 1998 a más de 6 millones en 2024, representando aproximadamente el 12,5 % de la población total. Entre los colectivos con mayor crecimiento se encuentran ciudadanos procedentes de países con mayoría musulmana, una tendencia que también se observa en otros Estados Europeos.
En cuanto a la población de origen Americano, el INE señala que a enero de 2024 residían en España aproximadamente 4 252 074 latinoamericanos, de los cuales los principales grupos eran: Colombianos (856.616), Venezolanos (599.769), Ecuatorianos (448.643), Argentinos (415.987) y Peruanos (378.924), además de otros orígenes como Cuba o República Dominicana.
Históricamente, España ha contemplado mecanismos jurídicos para vincular a descendientes de españoles con la nacionalidad. En 1504, la reina Isabel I de Castilla (Isabel la Católica) reconoció derechos y vínculos jurídicos con súbditos y descendientes en territorios de ultramar, mientras que la Constitución de Cádiz de 1812 consolidó la noción de una comunidad política que incluía a los españoles de ambos hemisferios. En este sentido, podría evaluarse una ampliación de supuestos para la concesión de nacionalidad a descendientes de españoles en América, como una medida que refuerce los lazos históricos, culturales y lingüísticos y contribuya a equilibrar tendencias demográficas.
Es necesario indicar las tendencias recientes de natalidad en España, para lo cual traigo a colación los siguientes datos:
- En 2023 se registraron 320.656 nacimientos, la cifra más baja desde 1941, con un descenso del 24 % respecto a 2013.
- La tasa de fecundidad se situó en 1,12 hijos por mujer, muy por debajo del nivel de reemplazo (2,1) y de la media de la Unión Europea (1,53).
- El 31,3 % de los nacimientos tuvo como madre a mujeres nacidas en el extranjero.
En la Población musulmana en España (2023)
- 2.412.344 personas, un aumento del 2,7 % respecto al año anterior.
- El 55 % son extranjeros y el 45 % tienen nacionalidad española.
- Representan entre el 5 % y el 5,3 % de la población total, según distintas estimaciones.
Interpretación y contexto
- Pese al descenso general de la natalidad, la población musulmana mantiene un crecimiento sostenido y una presencia cada vez más consolidada; casi la mitad posee nacionalidad española, reflejando procesos de integración y continuidad generacional.
- Extender la nacionalidad a descendientes de españoles en América, siguiendo los precedentes históricos de 1504 y 1812, no produciría un cambio demográfico inmediato, pero sí reforzaría la comunidad hispana y sus vínculos con países hermanos.
- Toda política demográfica debe buscar un equilibrio entre sostenibilidad poblacional, respeto a los derechos humanos, cohesión social y principios constitucionales, evitando interpretaciones que puedan ser percibidas como excluyentes.
España ha desarrollado en los últimos años diversas acciones para el otorgamiento de la nacionalidad a los judíos sefardíes expulsados en 1492, especialmente mediante la Ley 12/2015. Que hasta el 30 de septiembre de 2023 se habían registrado 153.774 solicitudes ante el Consejo General del Notariado, de las cuales el Ministerio de Justicia tramitó 78.678 expedientes, concediendo 71.795 nacionalidades (91 %), denegando 6.818 y archivando 65, con solo tres vetos por razones de seguridad. A 31 de diciembre de 2024, el número total de concesiones ascendía a 72.199, con 7.189 rechazos y 9.361 solicitudes pendientes. Datos de 2021 indicaban que, de 153.772 solicitudes recibidas, se habían concedido 36.182 y denegado 3.020.
Adicionalmente, España promulgó la Ley de Memoria Democrática para reparar la pérdida de nacionalidad de quienes fueron exiliados durante la Guerra Civil, permitiendo a sus hijos y nietos optar a la nacionalidad española. Hasta el 31 de marzo de 2024, las Oficinas del Registro Civil Consular recibieron 301.121 solicitudes, siendo más del 95 % procedentes de Iberoamérica y del consulado en Miami. No obstante, la tramitación ha sido lenta: solo el 30 % de las solicitudes(alrededor de 200 000) han sido inscritas en los registros civiles, 3.800 han sido denegadas, y cerca de 474. 000 continúan pendientes, principalmente por la saturación de los consulados. Además, hasta finales de 2023, se habían presentado más de 226.000 solicitudes, de las cuales 110.000 fueron aprobadas y cerca de 69.000 inscritas efectivamente.
Para concluir, el panorama demográfico español refleja una combinación de desafíos y oportunidades. El crecimiento sostenido de la población musulmana, junto con la baja tasa de natalidad general y el papel creciente de la inmigración, subraya la necesidad de políticas poblacionales equilibradas y proactivas. Las experiencias recientes de concesión de nacionalidad tanto a judíos sefardíes como a descendientes de exiliados por la Guerra Civil muestran que los mecanismos jurídicos pueden servir no solo para reparar deudas históricas, sino también para fortalecer la cohesión social y los vínculos culturales con comunidades afines en el exterior. En este marco, la ampliación de supuestos para descendientes de españoles en América podría convertirse en una herramienta estratégica que, sin alterar bruscamente la composición demográfica, contribuiría a revitalizar el tejido social y reforzar el papel de España como núcleo de una comunidad hispana global.