Con la abstención de Rusia y China se aprobó lo que sería la 2a face del "Plan Trump" para Gaza.

Benjamín Netanyahu, 1er. Ministro del Estado Judío de Israel, ha elogiado el "Plan" diciendo que traerá Paz y Prosperidad.

Pero no podía faltar, una vez más, la negativa de la Organización Terrorista Hamas aduciendo condiciones negativas para su supervivencia criminal.

Bernard Henry Levi los define: "Hoy es el Hamasismo el que reproduce la imbecilidad criminal convirtiendo las protestas anti en una ofensa al espíritu democrático".

Es por ello que el Plan impone la desmilitarización de Gaza; el desarme de los residuos de Hamas y la desradicalizacion de la población.

Para ello se está creando una Fuerza de Seguridad Internacional (FSI) que controle las fronteras con Israel y Egipto, corredores humanitarios seguros y la capacitación de una nueva Fuerza Palestina para cuidar a la población civil.

La supervisión estará conformada por una Junta de Paz dirigida por el propio Presidente de los Estados Unidos Donald Trump.

Habrá también un "Comité Tecnócrata Palestino" para la Administración y Servicios Civiles.

El Embajador de USA Mike Waltz adujo que al final del proceso el Plan posibilitaria una via "hacia la autodeterminación palestina" sin dejar en claro si sería una autonomía o una independencia, desmilitarizada o no, democrática o autocratica.

Esta ultima reflexión daría mucho para hablar pues todas las encuestas indicarían hoy que entre 70 al 80 % de los palestinos apoyarían a Hamas ya que la Autoridad Palestina (AP) es corrupta e inservible, incapaz de administrar su propio territorio.

Por lo tanto no queda otra que implementar un Plan gradualista como el de Trump para que los palestinos deambulen "40 años por el desierto" y quizas, solo quizás, con un cambio educativo generacional aprendan a convivir con la contundente realidad que significa un Estado fuerte y valiente como lo es el Estado de Israel.