Miguel Uribe Turbay. Mientras que las comunidades judías colombianas estamos afligidas, y seguimos rezando por su recuperación y considerando la violencia el producto fatal del odio, considero que el discurso de odio intensifica la ya marcada polarización en Colombia, Israel y el mundo lo que conlleva a la manifestación física agresiva creciente, a la desestabilización democrática y social en general y finalmente a la banalización de la vida misma.

Si a estos discursos de odio se le agregan gotas de mentiras para demonizar al opositor, las consecuencias finalmente conducen a la fatalidad. Tenemos el ejemplo en Israel del asesino Yigal Amir quien disparó fatalmente a Yitzhak Rabin ex primer ministro de Israel. En Colombia al candidato Luis Carlos Galán, la periodista Diana Turbay Quintero, secuestrada y asesinada y ahora Miguel Uribe Turbay precandidato a la presidencia.

El trabajo de recuperación de la moral, la conciencia, la inteligencia y la justicia debe venir desde los hogares y desde las escuelas. Los maestros deben enseñar que no se juzga por lo que se escucha en las noticias ni en la radio ni periódicos, sino que hay que saber la historia, valorar la vida, respetar los derechos, rechazar la agresión verbal, presentar las opiniones claramente y sin odio, saber escuchar todos los lados y jamás, pero jamás, alzar la mano para acudir a la violencia como respuesta a ideas contrarias, ni la voz del insulto y la mentira para sostener el punto que se tiene.

Tampoco es cuestión de poner la otra mejilla, es cuestión de buscar la verdad y la justicia.