2024-04-16 [Num. 978]


Parashat Nitzavim

Te reunirá de entre todos los pueblos

Este Shabat 28 de Elul de 5782, 24 de septiembre de 2022, se leerá la Parashá de Nitzavim “Erguidos”, del libro de Devarim, corresponde al séptimo y último Shabat de consuelo. En la Haftará, el profeta Isaías habla sobre el goce del pueblo de Israel con Dios “…Así Ado-nai Elo-him, hará brotar la justicia y la gloria ante todas las naciones…”.

Resumen

Moses israel

Proclama Moshé públicamente el pacto entre Dios y el pueblo de Israel, recordándole que éste  no era solamente con los que estaban allí de pié presentes, sino con los que no están presentes también. No desviar el corazón hacia otros dioses, pues esto Dios no lo perdonará, encendiéndose su furor contra la tierra de Israel, desarraigándolos y desterrándolos, dejando la tierra de Israel estéril; y en las generaciones posteriores, cuando las naciones se pregunten sobre este mal sobre la tierra de Israel, sabrán que era porque habían abandonado el pacto con Dios, después de haberlos sacado de Egipto, y sirvieron a otros dioses.

Pero cuando pasen las bendiciones y las maldiciones que Dios había expuesto y desde el país del destierro donde te encontrares, retornares a Dios con todo tu corazón, entonces Dios se apiadará de ti y te reunirá de entre todos los pueblos, trayéndote a la tierra de tus ancestros, acrecentándote más que a tus padres. Dios abrirá tu corazón para amarlo; Castigará Dios a todos tus enemigos que te habían perseguido y tú comprenderás y cumplirás todos los Mandamientos que les estaba entregando ése día.

Cuando obedezcas el Mandato de Ado-nai, escrito en la Torah, mandato que no es imposible de cumplir ni de entender, ni está lejos de ti, pues está en tu boca y en tu corazón, habrás escogido la vida y el bien y te bendecirá Dios en la tierra donde tu vienes para poseerla. Pero si se desviare tu corazón y te postrares a otros dioses, entonces os perderéis. Puso entonces como testigos: el cielo y la tierra. Dio Dios a escoger entre la vida y la muerte, la bendición y la maldición, habrás de elegir la vida, para que vivan tú y tu descendencia.


Lo que no podemos comprender Comentario de la Parashat Nitzavim por el Rabino Alfredo Goldschmidt del Centro Israelita de Bogotá.

Explicaciones

Deuteronomio 29:20: “Y lo separará Ado-nai, para el mal de todas las tribus de Israel, de acuerdo con todas las imprecaciones del Pacto, las escritas en el libro de ésta Torah”.

Dos versículos anteriores explican sobre aquellas personas que se justifican a sí mismos por su conducta corrupta, idólatra o transgresiva pensando: “Paz habrá para mí, ya que, en pos del impulso de mi corazón, me voy a encaminar” (Deut. 29:18). A estas personas que individualmente decidieron no solamente hacer lo incorrecto, sino que además se justificaron frente a su incorrección, no las va a aceptar Dios en el pacto de paz, ni los tomará como parte de su congregación, tampoco generarán bendiciones.

Estas palabras proféticas se refieren al alma de las personas que no hicieron teshuvá, que se encaminaron por caminos del mal, alejándose de la esencia de la Torah. Estas personas, su alma, probablemente encarnada en otro cuerpo, al final de los días no obtendrán la bendición Divina ni harán parte de Su pueblo.

La explicación cabalística refiere al final de los días, recordando que cada persona tiene un alma y esta alma recorre a través de los tiempos diversos cuerpos, por medio de los cuales se va perfeccionando. Paro puede haber personas que no se esfuerzan en lograr esa perfección que tiene que ver con justicia, bondad, inteligencia, búsqueda del conocimiento estudio de la Torah, etc. Y que su interés es el beneficio personal, sin importar a quién pisa, o qué camino corrupto decide tomar. De ninguna manera se rechaza, por dar un ejemplo, la riqueza o el estudio, pero el uso que se le da al dinero, o al conocimiento, sí.

Que Dios nos permita utilizar la inteligencia en beneficio de quienes tenemos en las manos ayudar.



Ver más explicaciones

Deuteronomio 29:18 y 19: “Y será que en si oír las palabras de la imprecación esta, se bendiga en su corazón diciendo: ‘Paz habrá para mí, ya que en pos del impulso de mi corazón me voy a encaminar”, para agregar la regada con la sedienta. No accederá Ado-nai a perdonarle ya que entonces se va a inflamar el furor de Ado-nai y su celo contra el hombre aquél y yacerá sobre él toda la imprecación, la escrita en el libro éste y borrará Ado-nai su nombre de debajo de los cielos”.

Abrabanel explica “para agregar la regada con la sedienta”, diciendo que alude a la gente que perteneciendo al pueblo de Israel, lo hace solamente de manera formal y piensa que por éste hecho recibirá la bendición Divina, aunque no esté cumpliendo las palabras de la Torah.

La frase mencionada habla de las familias cuyo corazón se desvía para servir a otros dioses. Pienso que ésta frase se refiere a la gente que nace judía o que se convierte al judaísmo solo para cumplir un requisito pero sin real convicción  y se inclina hacia otras creencias y divinidades, sin dejar de tener creencias que ordena la Torah. Estas personas mezclan lo sagrado con lo impuro y pecaminoso pensando que hacen el bien, sin embargo está creando su propia concepción de la ley judía y peor aun mezclándola con otras creencias. Paganas. Estas personas no serán halladas inocentes frente a la ley Divina.

Ocurre lo mismo con aquellos que desvirtúan la ley, yéndose a la derecha o a la izquierda de esa misma, para justificar procederes de injusticia o discriminación entre hermanos.



Deuteronomio 29:17 “Tal vez hay en vosotros, hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se desvía hoy de con Ado-nai, nuestro Dios, para ir, para servir a los dioses de las naciones aquellas. Tal vez hay en vosotros una raíz que produce veneno o ajenjo”.

Rabi Israel Baal Shem Tov, expone la siguiente interesante explicación:

“Hay dos tipos de personas. El primero es muy pecador: él conoce a su Maestro, pero a propósito se rebela contra él. El segundo está cegado por el Yetzer hara (el mal consejo interno que tiene cada ser humano)​ e imagina que es completamente justo, y también aparece como tal para la gente. Puede estudiar la Torá continuamente, rezar y afligirse a sí mismo; en verdad, sin embargo, su esfuerzo es en vano, porque carece de completa fe por el Creador, bendito sea Él y de la fe perfecta que se requiere para un Devekut (Conexión con Dios) constante a Él, bendito sea Él; él no es consciente de la forma esencial de adoración que se requiere para el estudio y la oración, y para realizar un mandamiento Lishmah (Estudio de la Torá por el bien de la Torá). La diferencia entre estos es la siguiente: el muy pecador puede ser curado de su aflicción y cuando se siente impulsado por la sensación de Teshuvá (Arrepentimiento), regresa a Dios con todo su corazón, rogándole que le muestre el camino donde la luz. Para el segundo, sin embargo, no hay remedio: sus ojos están engañados al ver al Creador, bendito sea Él, su grandeza y cómo adorarlo y él es justo en sus propios ojos; entonces, ¿cómo puede regresar con Teshuvá (arrepentimiento)?”.

En éste versículo se muestran las dos clases de personas que se apartan de las enseñanzas y la fe judía: La persona que ha estudiado, que conoce la ley y sin embargo decide “probar” con otras deidades y otros caminos, ésta persona es un negador de su propia identidad. El segundo caso es una persona que no tenía el conocimiento fuerte de lo que es el judaísmo y sus enseñanzas y aprendió a adorar otros ídolos o personajes. Esta persona puede, a través del estudio, entender y acercarse a las enseñanzas de la Torah. Por eso se dice que es más tzadik (justo) quien al no ser una buena persona y regresa a su identidad y sus valores morales, que aquél que siempre fue tzadik y se aleja porque sí.

Ahora bien. Hubo en la historia casos de conversiones forzadas, para lo cual se compuso el Kol Nidrei. Algunos descendientes de estas personas han vuelto al judaísmo, pero a aquellos que se vieron forzados a convertirse al catolicismo y después de generaciones no regresan, tampoco hay que culparlos, lo importante, de acuerdo a la ley Divina, es ser una persona justa, recta, y que tenga la capacidad de dar amor. Las tres palabras claves son: Amor, sabiduría y justicia. Quienes practican éstpos valores, son considerados tzadikim (en el museo del Holocauso en Israel se honran a las personas que no siendo judíos expusieron sus vidas para salvar judíos de las garras del nazismo, colocándolos a la altura de tzadikim -justos-).



Deuteronomio 29:16 “Y habréis visto sus ídolos repulsivos y sus fetiches: madera y piedra, plata y oro, que están con ellos”.

Rav Avi Geller, escribe en Aish Latino sobre los ídolos de piedra, y trae la explicación de Maimónides que arguye que inicialmente toda la humanidad creía en Dios, pero le costaba mucho crear una relación con un Dios invisible, representando el poder de dios en aquello que era palpable a la vista o a los sentidos, y con el tiempo fue desfigurándose la idea original empezando a servir y adorar a los objetos en sí. Al principio era el Dios de la lluvia, el Dios del sol, el Dios de los vientos, el Dios de los árboles, etc. Posteriormente se simplifico con el dios lluvia, el dios sol, la diosa luna… etc. De ésta manera, se suplantó a Dios por objetos que el hombre puede modificar, con figuras representativas, monumentos de adoración, etc.

No en vano Dios legisla la prohibición básica de la ley que se encuentra dentro de los 10 mandamientos: Éxodo 20:3-5 “No tendrás dioses delante de mí. No te harás escultura ni imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las servirás; porque yo soy Ado-nai tu Dios, Dios que con celo hago recordar la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación para aquellos que me aborrecen”.

La transfiguración de Dios vino a raíz del quiebre de éste mandamiento. La idea de Dios prevaleció con el pueblo de Israel, con los judíos, quienes saben que ningún hombre, animal u objeto son Dios, Dios es invisible a los sentidos humanos, pero totalmente visible a través de Su Ley, de su Torah. De esta manera, una persona con dichas características de cumplimiento de la halajá (Ley), sin alejarse de ella ni a la derecha ni a la izquierda (ni exagerando más de lo que se ordena ni restando a lo que se ordena), es comparada con un tazdik, con un hombre justo.

En éste versículo se hace claro la repulsión que siente Dios ante los creyentes en formas hechas en materiales físicos y el culto a éstas formas.



Deuteronomio 29:12 → “Para afirmarte a ti el día de hoy para El, como pueblo y El habrá de ser para ti: Dios, como te ha hablado a ti, y como había prometido a tus patriarcas, a Abraham, a Itzjak y a Yaacov”.

Rashi explica estas palabras: “Porque Israel dejaba un líder para ir con otro líder, de Moshé a Yehoshúa, es por eso que él los hizo reunirse con el propósito de inspirarlos… Así como este día está nublado y aclara, así también los iluminará, y en el futuro los iluminará…”, el rabino Ari Kahn explica las palabras de Rashi recordando que Moshé está por morir y deja a su seguidor Yehoshúa como nuevo líder pero esto, explica Kahn, no cambia en nada la relación entre Israel y Dios, Israel seguirá siendo su pueblo y Dios seguirá siendo el Dios de Israel.

Cualquiera que sea la época o el líder que dirija al pueblo de Israel, Dios está al frente de su pueblo, es un pacto realizado con los patriarcas y Dios no es hombre para cambiar de opinión. Es deber del pueblo de Israel, reflexionar y corregir caminos y actitudes, para sentir la cercanía Divina y Dios siempre estará allí. Esforzarse por cumplir Sus leyes y mandamientos, por ser una persona correcta y justa, por ser generoso y procurar tikun Olam (ser beneficioso para la humanidad), de esta manera podremos ver a Dios y sentir su Presencia, su Shejiná.



Deuteronomio 29:15 → “Porque vosotros habéis sabido lo que hemos permanecido en la tierra de Egipto y lo que hemos pasado en medio de las naciones, por donde habéis transitado”.

El Rabino Samson Raphael Hirsch explica que la función de éste versículo, tal como se ve en versículos más adelante, era el de advertir al pueblo de Israel sobre la idolatría que había en Egipto y en los pueblos por donde habían pasado durante su travesía por el desierto. “Las abominaciones de los ídolos de las naciones y el modo de vida influenciado por estas abominaciones son ya conocidos por ti. Vivíamos en Egipto y entramos en contacto con las naciones que viven alrededor de su naturaleza salvaje, con Amón, Moab, Madián y Edom, y con la gente de Arad, Jeshbion y Basán, cuyo territorio por donde pasamos o cuyas fronteras nosotros traspasamos”.

El sabio Hizzekuni -Hezekiah ben Manoah, siglo XIII Exegeta francés-, explica que Moshé le estaba hablando a una generación que no había sido testigo de la permanencia y salida de Egipto, pues ésa generación ya había muerto por el castigo que Dios les había enviado.

Es importante cómo a través de éste versículo sabemos que no es necesario haber sido testigo presencial de las acciones Divinas ni de la historia y eventos ocurridos en ésta época, somos testigos aún hoy porque hemos estudiado, escuchado y por eso hemos sabido. La prohibición de la idolatría, que practicaban esos pueblos mencionados ya desaparecidos, era una práctica prohibida que no les conduciría a un desarrollo como comunidad. Puede ser que algunos de estos pueblos, como el egipcio, hubiesen tenido la posibilidad de progresar en algunos campos de la ciencia, pero estos pueblos desaparecieron y muchos de sus inventos y creaciones desaparecieron con ellos. El pueblo de Israel ha sobrevivido y su nación que ha regresado a su tierra a partir de hace menos de un siglo, en 1948, se ha desarrollado en todo campo y ha logrado entregar al mundo ciencia que le da alimentación y vida. Sin mencionar otros campos culturales y humanos. La idolatría es un elemento que desvía al hombre de la realidad y la verdadera necesidad humana.