2024-03-28 [Num. 976]


Parashat Noaj

Pacto Divino

Este Shabat 6 de Jeshvan de 5784, 21 de octubre de 2023, se leerá la Parashá de Noaj: “Noé” del libro de Bereshit.

Resumen

Noaj

Relata la Parashá, que el hombre se había corrompido llenándose la tierra de violencia por lo que Dios resuelve destruir todo animal de tierra y que vuela; ordena a Noaj, a quien había visto hombre justo en su generación,  construir un arca en madera, con las medidas tales donde entrarían además de las parejas de animales, él su esposa, sus hijos y las esposas de sus hijos. Terminó de construir el arca y entraron Noaj, sus tres hijos Shem, Jam y Yafet, con sus respectivas esposas, además de siete parejas de cada especie de animal puro y una pareja de cada especie del resto de animales, además, alimentación para su familia y los animales. Durante cuarenta días persistió el diluvio pero siguieron creciendo las aguas hasta cubrir cada montaña. Después las aguas empezaron a menguar,  hasta que se posó el arca sobre las montañas de Ararat. Soltó Noaj un cuervo y dos veces una paloma para verificar si ya había tierra, cuando la segunda paloma no volvió se dio cuenta que había tenido dónde posarse; retiró Noaj la cubierta del arca y al cabo de un año y diez días de haber embarcado, Dios le ordenó bajar junto con su familia y todos los animales.

Construyó Noaj un altar donde rindió ofrendas de animales puros a Dios, y Dios prometió no volver a maldecir la tierra de ésta manera, creando total destrucción. Bendijo a Noaj y a sus hijos dándoles predominio sobre todos los animales, les permitió comer plantas y animales pero éstos sin su sangre, “pues carne con su vida –su sangre- no habréis de comer”, además condenó Dios el homicidio “El que derramare la sangre del hombre, por medio del hombre su sangre será derramada”. Como señal del pacto de no volver a destruir la tierra con un diluvio, aparece el arco iris entre las nubes, ésta es la señal entre Dios y todas las criaturas vivientes de la tierra.

Plantó Noaj un viñedo y de su fruto se embriagó y se desnudó; lo encontraron desnudo sus hijos y lo cubrieron. Noaj al despertar y darse cuenta de lo que le había hecho Quenahán, hijo de Jam, lo maldijo, haciendo que sus descendientes fuesen esclavos de los descendientes de sus otros dos hijos. Murió Noaj a los novecientos cincuenta años. En seguida hace la Torah un recuento de generaciones, mencionando entre otros que Nimrod, el rey de Babel es descendiente de Jam, y cómo se ramificaron las naciones en la tierra.

En un comienzo se asentaron todos en la tierra de Shinar y se hablaba un mismo idioma. Resolvieron edificar una ciudad con una torre alta, para no dispersarse por toda la tierra. Al ver Dios ésta obra, pensó que no tendrían ningún obstáculo de hacer lo que se propusieran, así que confundió su idioma para que no se entendieran entre ellos, lo que produjo que se dispersaran sobre la tierra; de ahí que ése lugar se llamó Babel (Confusión).

A continuación se realiza una descripción de las generaciones de Shem, de quien desciende Najor, padre de Teraj. Teraj tuvo tres hijos a quienes llamó: Abram, Najor y Harán. Lot, Iscah y Milca fueron hijos de Harán, quien murió muy joven en su tierra natal: Ur de los Caldeos. Al quedar huérfano Lot, se hizo cargo de él su tío Abram. Abram se casó con Sarai y Najor se casó con Milca. Sarai era estéril. Teraj se fue con Abram, Lot y Sarai hacia Canaán, pero llegaron hasta las tierra de Harán y se asentaron allí, donde Teraj murió a los doscientos cinco años.


Bendición para el arcoíris. Comentario de la Parashat Noaj por el Rabino Alfredo Goldschmidt del Centro Israelita de Bogotá.

Explicaciones

Génesis 6:15: “Y así la harás: trescientos codos de longitud del arca, cincuenta codos de anchura y treinta codos su altura”.

De acuerdo con Rav Shraga Simmons, el arca era más grande que un campo de fútbol y contenía más de un millón de pies cúbicos de espacio interior.

¿Por qué Dios ordenó a Noé ese trabajo de construir un arca para salvar a su familia y a los animales? ¡Es que Dios no podía simplemente destruir el resto y salvar a quien deseaba salvar?

De esto se puede concluir con varias ideas importantes. El hombre debe aprender a trabajar para construirse un futuro él mismo. El trabajo de ser realizado no solo pensando en su beneficio sino en beneficio de su familia y de otras personas de buena voluntad. Se debe pensar también en salvar a los animales parte de la creación Divina que, aunque estén a servicio del hombre hay que cuidarlos y protegerlos. A veces el accionar de Dios hace ver los momentos muy trágicos y difíciles, hay que tratar de ver más allá de la situación que está ocurriendo, pues todo tiene un fin que el hombre, a veces, no logra percibir.

Dios quiera que la mente y el corazón del hombre tenga la capacidad de percibir el bien y las oportunidades de aprender a vivir.



Ver más explicaciones

Génesis 7:1: “Dijo Ado-nai a Noaj: Entra tú y toda tu familia al Arca, pues a ti te he visto justo ante Mí, en ésta generación”.

Dios no dice a Noaj que él era el único “justo” en ésa generación, sino que él fue escogido porque lo vio “justo”, frente a Dios.

Cada persona tiene su manera de ser justo, la justicia es relativa, porque para algunas personas algo que es justo, puede no serlo para otras personas. Dios escogió a Noaj porque la justicia tal como él la llevaba, era hecha con sinceridad, desprovista de ambición personal, una justicia que hace el bien y va de acuerdo con la naturaleza de la vida. La justicia de Noaj fue grandiosa, ya que aún Dios no había planteado ningún decreto ni ley al hombre, para que su conducta fuera recta y limpia. La justicia de Noaj salía de su inteligencia y sabiduría de vida. Eso le mereció hallar favor ante Dios para él y para toda su familia.



Génesis 6:22: “Hizo Noaj conforme a todo lo que Elo-him le había ordenado, así hizo”.

Rashi dice: “Obedecer por amor es mejor que obedecer por miedo”.

Cuando se obedece pienso que las dos características tienen un papel, el amor y el miedo y en el caso de Noaj, también la convicción de la palabra Divina.

El miedo a la destrucción que iba a enviar Dios al mundo, el amor a su familia y a los animales que debía salvar de la destrucción y la fundamental visión de la veracidad de la palabra Divina y su rigor sobre la naturaleza.

Hoy, el mundo vive una situación de pandemia, y aunque Dios no está al lado de un hombre diciéndole lo que hay que hacer para salvarse, la situación es bastante parecida. La orden frente a ésta destrucción, emitida por las autoridades médicas: cuidarse, vacunarse, usar el tapabocas, es lo que hasta ahora existe. Obedecer éstas recomendaciones es como obedecer el criterio Divino que ordena al hombre proteger la vida por encima de la ley. Por eso Dios dio la posibilidad al hombre de manejar la ciencia y llegar a éstas soluciones. Obedecer éstas instrucciones por temor a las consecuencias incluso mortales. Obedecer éstas instrucciones por amor a quienes nos rodean y la creencia que todo lo existente es posibilitado por la voluntad Divina.

Aquellas personas que no obedecen, carecen realmente del sentido temor y protección, de amor y de creencia en el Poder de Dios. Hace falta inteligencia para tener la capacidad de ver esto, pero si no hay inteligencia, apelar al simple amor o la simple fe.



Génesis 6:21: “Y tú tomarás de toda comida que sea para comer y te la acopiarás, para que sea para ti y para ellos, para sustento”.

Parecería lógico decir que si es comida es para comer. Sucede que no toda la comida alimenta, ni toda la comida sirve para todo el mundo humano o animal, por eso Dios específica comida que sirve para comer. La diferencia entre un alimento y un comestible s la salud y por eso que la Torah indica al final, “que sirve para sustento”. Una persona no podría sobrevivir sanamente comiendo únicamente, por ejemplo papas fritas, mucho menos un animal. Por eso es que la orden que recibió Noé, era levar alimento adecuado tanto para los humanos como para los animales.

En aquella época, el hombre se alimentaba de vegetales, al igual que los animales, probablemente Noé tuvo que llevar vegetación sembrada y la cultivaba, para la subsistencia durante el año que estuvieron en el arca.



Génesis 6: 19 y 20 Y de todo lo que vive, de toda la carne, dos de cada uno llevarás al Arca para que sobrevivan contigo; serán macho y hembra. De cada ave, según su especie, y de cada animal, según su especie, y de cada ser que repta sobre el suelo, según su especie, dos de cada uno vendrán hacia ti, para que sobrevivan”.

Es interesante e importante observar que una y otra vez, en éste capítulo y en el anterior, Dios repite la orden a Noaj de traer al arca a dos animales de cada especie, para que sobrevivan. En el caso de animales puros, y de aves, más adelante ordena Dios que debía traer siete parejas macho y hembra –Gen. 7:2y3-.

Los animales que Dios creó en el mundo, que sirven para el equilibrio del ecosistema, para nuestra alimentación y cobija, son nuestra responsabilidad. No solamente los puso Dios a nuestro servicio, es nuestro deber protegerlos para que sobrevivan las especies que con tanto celo dios remarca en éstos capítulos diluvianos. Y no solamente debemos procurar que sobrevivan, sino que es nuestro deber hacer felices (dentro de nuestras posibilidades), a los animales proveyéndoles de alimento y respeto. Es la gran enseñanza que se extrae de éstos capítulos en los que Dios recalca constantemente sobre la supervivencia y alimentación de los animales.



Génesis 6:19 “Y de todo ser vivo, de toda carne, tomarás dos de cada uno en el arca, para que estén vivos contigo; serán macho y hembra”.

El Rabino Samson Raphael Hirsch explica: “los animales deben ser especímenes en los que las características de sus especies se conserven, sin mezclar y sin adulterar, criaturas que todavía son completamente miembros de su propia especie. La pureza de la raza en las parejas de los animales a ser salvados, está implícitamente en las palabras "ish veisha (macho y hebra)", La pareja que se salvaría estaba libre de toda corrupción. Es un pensamiento, en el momento de la salvación. Fueron elevados por Dios, y sus relaciones fueron tratadas como relaciones humanas.

Aún los animales pueden ser corrompidos por el hombre. Cuando Dios salvó a Noaj y a su familia, y escogió parejas de animales para ser salvados, también escogió Dios qué animales se salvarían. Esto nos enseña que el hombre debe actuar como protector de las especiaes animales. Hoy se puede observar en el mundo animales que están siendo corrompidos por el hombre, y con el sello de aceptación de muchos países y culturas: la pelea de gallos, peleas de perros, e incluso el toreo, en el que el hombre actúa de asesino cruel y la gente alrededor le aplaude su crueldad. Varias especies animales., se han corrompido debido a las enseñanzas que sus amos o dueños les han dado, desde el mal trato hasta una educación corrupta.

Hoy existen en casi todos los países asociaciones protectoras de animales. Cuando usted sepa de un animal maltratado o mal enseñado, es su deber denunciar, los animales también tienen derechos.



Génesis 6:18 “Y Yo cumpliré Mi pacto contigo: habrás de entrar al Arca tú y tus hijos, tu esposa y las esposas de tus hijos contigo”.

El Rabino Samson Raphael Hirsch explica que un pacto Divino es una promesa incondicional que se mantiene por encima de las circunstancias externas. Aunque sea solamente una de las partes  que establece el pacto, éste se realiza de manera unilateral. Al final del versículo “contigo”, significa que las otras personas mencionadas fueron salvadas gracias al mérito de Noaj. 

Según ésta interpretación de Hirsch se podría deducir que la humanidad, la cual es descendiente de Noaj, siempre se salvará de los eventos de la naturaleza. Puede morir gente, pero la especie humana, siempre sobrevivirá; esto gracias al pacto que hizo Dios con Noaj y sus descendientes.



Génesis 6:16 → “Una claraboya harás al arca y la terminarás arriba con la anchura de un codo, la entrada del arca clocarás en su costado. Y lo harás con: inferior, segundo y tercer piso”.

Encontré en varios lugares de ingeniería naval, textos que explican la perfección de las medidas del Arca de Noé tal como se establece en Génesis, sin ser textos religiosos o ninguna tendencia a lo sagrado. Tomo parte de uno de los textos (de Angelo Socco Arica) dice: El arca de Noé: Los detalles y el diseño del arca de Noé es un ejemplo de ingeniería que sobrepasa la capacidad humana para comprender lo con tantos años de anticipación. - Los ingenieros navales, ahora comprenden que la anchura y largura del arca de Noé (Gén.6:15), es el diseño ideal para la estabilidad de un barco de esas dimensiones (sin propela) en mares turbulentos… El arca tenía: 137 mts de largo; 22 mts de ancho; y 13 mts de alto. Tenía tres pisos y el área total de estos pisos era de 95,700 pies cuadrados (equivalente a 20 campos de basket-ball o a 522 vagones de un tren). Cabrían en el arca 40 mil animales… Su tonelaje (medida de espacio cúbico en lugar de peso) era de 13,960 tons., la cual la situaría dentro de la categoría de un gran barco moderno…”.

Casi sin palabras se queda uno cuando entiende la sabiduría con que Dios entregaba este mundo al hombre. Está en manos del hombre proseguir con el conocimiento planteado en la Torah, tratar de comprender y seguir abriendo caminos con esos parámetros propuestos por Dios. Que Dios nos dé la sabiduría para poder comprender verdaderamente todo cuanto El nos dio a través de la Torah y podamos desarrollar las ciencias y junto con ellas el amor a la humanidad y la justicia.



Relata la Parashá, que el hombre se había corrompido llenándose la tierra de violencia por lo que Dios resuelve destruir todo animal de tierra y que vuela; ordena a Noaj, a quien había visto hombre justo en su generación,  construir un arca en madera, con las medidas tales donde entrarían además de las parejas de animales, él su esposa, sus hijos y las esposas de sus hijos. Terminó de construir el arca y entraron Noaj, sus tres hijos Shem, Jam y Yafet, con sus respectivas esposas, además de siete parejas de cada especie de animal puro y una pareja de cada especie del resto de animales, además, alimentación para su familia y los animales. Durante cuarenta días persistió el diluvio pero siguieron creciendo las aguas hasta cubrir cada montaña. Después las aguas empezaron a menguar,  hasta que se posó el arca sobre las montañas de Ararat. Soltó Noaj un cuervo y dos veces una paloma para verificar si ya había tierra, cuando la segunda paloma no volvió se dio cuenta que había tenido dónde posarse; retiró Noaj la cubierta del arca y al cabo de un año y diez días de haber embarcado, Dios le ordenó bajar junto con su familia y todos los animales.

Construyó Noaj un altar donde rindió ofrendas de animales puros a Dios, y Dios prometió no volver a maldecir la tierra de ésta manera, creando total destrucción. Bendijo a Noaj y a sus hijos dándoles predominio sobre todos los animales, les permitió comer plantas y animales pero éstos sin su sangre, “pues carne con su vida –su sangre- no habréis de comer”, además condenó Dios el homicidio “El que derramare la sangre del hombre, por medio del hombre su sangre será derramada”. Como señal del pacto de no volver a destruir la tierra con un diluvio, aparece el arco iris entre las nubes, ésta es la señal entre Dios y todas las criaturas vivientes de la tierra.

Plantó Noaj un viñedo y de su fruto se embriagó y se desnudó; lo encontraron desnudo sus hijos y lo cubrieron. Noaj al despertar y darse cuenta de lo que le había hecho Quenahán, hijo de Jam, lo maldijo, haciendo que sus descendientes fuesen esclavos de los descendientes de sus otros dos hijos. Murió Noaj a los novecientos cincuenta años. En seguida hace la Torah un recuento de generaciones, mencionando entre otros que Nimrod, el rey de Babel es descendiente de Jam, y cómo se ramificaron las naciones en la tierra.

En un comienzo se asentaron todos en la tierra de Shinar y se hablaba un mismo idioma. Resolvieron edificar una ciudad con una torre alta, para no dispersarse por toda la tierra. Al ver Dios ésta obra, pensó que no tendrían ningún obstáculo de hacer lo que se propusieran, así que confundió su idioma para que no se entendieran entre ellos, lo que produjo que se dispersaran sobre la tierra; de ahí que ése lugar se llamó Babel (Confusión).

A continuación se realiza una descripción de las generaciones de Shem, de quien desciende Najor, padre de Teraj. Teraj tuvo tres hijos a quienes llamó: Abram, Najor y Harán. Lot, Iscah y Milca fueron hijos de Harán, quien murió muy joven en su tierra natal: Ur de los Caldeos. Al quedar huérfano Lot, se hizo cargo de él su tío Abram. Abram se casó con Sarai y Najor se casó con Milca. Sarai era estéril. Teraj se fue con Abram, Lot y Sarai hacia Canaán, pero llegaron hasta las tierra de Harán y se asentaron allí, donde Teraj murió a los doscientos cinco años.