2024-10-15 [Num. 1005]


Parashat Balak

Bendición de Bilam

Este Shabat 14 de Tamuz de 5784, 20 de julio de 2024, se leerá la Parashá de Balak: (el rey de Moab), del libro de Bamidbar.

Resumen

Gustav jaeger bileam engel

En la Parashá pasada se relata que Israel acampaba en las llanuras de Moab. El rey Balak y su pueblo, se fastidiaron con la cercanía de los hebreos y envió el rey, mensajeros a Midian para pedirle a Bilam su sacerdote, que maldijera a Israel con el fin de debilitarlo y vencerlo, pues sabía que a quien bendecía Bilam quedaba bendecido y a quien maldecía, maldito quedaba. Consultó Bilam con Dios para maldecir a Israel tal como el rey había solicitado, pero Dios le advierte: “No vayas con ellos, no maldigas al pueblo, ya que bendito es”, Bilam despachó a los emisarios indicándoles que Dios no le había permitido ir con ellos.

Envió Balak emisarios más importantes, con ofertas de honores y riquezas, pero Bilam rechazó esto. Dios le ordenó ir con ellos y decir solamente las palabras que Dios le dijera. Se levantó entonces Bilam, se montó en su asno e iba hacia ellos. Dios se enojó ya que él estaba yendo y le puso a Bilam un ángel al paso del camino para que no pudiese pasar. Al ver Bilam que el asno no pasaba, - pues el asno vio el obstáculo- enfurecido lo azotó. Dios permitió al asno hablar y  le preguntó a Bilam ¡porqué le había pegado ya tres veces! Bilam enfurecido lo reprendió por desobediente a lo que contestó el asno: “¿Acaso no siempre te he obedecido?”, permitió entonces Dios que Bilam viera al ángel que irrumpía el camino, con su espada en la mano, Bilam se inclinó y se prosternó sobre su rostro. El ángel le dijo, que si no se hubiera interpuesto al asno, éste y él estarían en éste momento muertos. Bilam reconoció su error y propuso regresar si no era bien visto por Dios, pero le dijo que fuera con los hombres y dijera solamente lo que él (el ángel de Dios) le indicara.

Se presentó ante el rey Balak y le advirtió que solamente diría las palabras que Dios le pusiera en su boca. Desde tres lugares donde el rey Balak le ordenó maldecir al pueblo, después de realizar en cada lugar siete altares de sacrificio a Dios, Bilam por orden de Dios, dijo las bendiciones a Israel que Dios le ordenó. Desde el primer lugar, sus palabras hacia Israel fueron sobre su imposibilidad de maldecir al que no ha maldecido Dios, es un pueblo que en soledad mora y entre las naciones no es considerado, y lo bendijo diciendo que Yaacov será numeroso cual polvo de la tierra. Se enojó Balak por la bendición y condujo a Bilam hasta otro punto de visualización de Israel. Bilam repitió las palabras Divinas, que le advirtieron que Dios no es hombre para arrepentirse de su decisión, Dios ha bendecido y no revertirá; Israel se levanta y surge como el león, y no descansará hasta que venza a sus enemigos. Balak le pidió que si no iba a maldecirlos que no los maldiga pero que al menos no los bendijera. Lo condujo a un tercer lugar desde donde veían a Israel, ésta vez Bilam les bendijo con hermosura de moradas, y cómo se elevará su reino, consumirá a sus adversarios, se bendecirán quienes le bendigan y malditos serán quienes le maldigan.

El rey enfurecido echó de regreso a Bilam a su pueblo, pero Bilam antes de regresar le profetizó todos los logros que tendría Israel en el futuro, la fragmentación de Mohab, el destierro de Edom, la perdición de Amalec, La opresión a Azur y a Heber.

A pesar de todo, Israel se dejó influenciar de la idolatría de los mohabitas, tomando para ellos mujeres idólatras y juntándose con otros pueblos idólatras de a su alrededor. Dios enfurecido ordena a Moshé matar a  los cabecillas de Israel, Moshé ordenó a los jueces de Israel, matar a los hombres que realizaron idolatría.

Un hombre de Israel se acercó (sexualmente) con una midianita frente a los ojos de Moshé y frente a toda la congregación, al ver esto Pinhas hijo de Eleazar, tomó una lanza en su mano y atravesó con ella al hombre de Israel y a la mujer, deteniéndose entonces la plaga que ya había matado a 24.000 hombres.


La benediction de Bilam. Comentario de la Parashat Balak por el Rabino Alfredo Goldschmidt del Centro Israelita de Bogotá.

Explicaciones

Números 22:17 al 19: “Pues honrar, habré de honrarte mucho y todo lo que tú me digas, yo haré. Pero ven ahora y maldíceme a este pueblo. Respondió Bilam y dijo a los servidores de Balak: Aun si me diese Balak su casa llena de plata y oro, no puedo transgredir el mandato de Ado-nai, mi Dios, para hacer cosa pequeña o grande. Y ahora, permaneced por favor aquí, también vosotros esta noche, hasta que haya de saber qué va a volver Ado-nai a hablar conmigo”.

Abraham Ibn Ezra explica que no tenía sentido que Bilam albergara esa noche a los servidores de Balak si tenía claro que Dios no le permitía maldecir a su pueblo Israel.

Con esta última frase, al invitarlos Bilam a quedarse esa noche parecería ser que guardaba la esperanza que Dios le diera algún tipo de permiso y poder lograr las honras y riquezas que Balak le ofrecía. No parece haber inocencia o buena voluntad de parte de Bilam.

La claridad mental en la justicia del hombre la tiene frente a su vida, a pesar de las injusticias que un hombre quisiera cometer y además justificar, la injusticia será siempre injusticia. Todo ello valorado por Dios.



Ver más explicaciones

Números 22:16: “Se allegaron ellos a Bilam y le dijeron: Así ha dicho Balac, hijo de Tzipor. Por favor no te abstengas de venir hacia mí”.

Algunos comentaristas del Zohar explican que Tzipor era descendiente de Ithró suegro de Moshé y estaba utilizando éste nombre para mover el corazón del profeta Bilam para que se hiciera presente ante el rey Balac. Claro que las intenciones eran de hacerle maldecir al pueblo de Israel.

Balac tenía el poder de bendecir y maldecir, Dios le había dotado de éste poder. Pero Dios no le permitía maldecir a Israel, aunque el rey trató de seducirlo con riquezas y también, en éste caso, trató de llegarle al alma sentimental.

Cada persona debe hacer un esfuerzo por tratar de ver la verdad y no dejarse deslumbrar ni por lo material ni por lo emocional, la verdad y la justicia siempre deberá prevalecer en la línea de rectitud del hombre, de acuerdo a la Torah entregada por Dios. De esta manera siempre será bendecida la persona que sigue el camino correcto.



Números 22:15: “Y volvió otra vez Balak a enviar dignatarios más numerosos y más honorables que éstos”.

Balak, el rey de los moabitas, había enviado al sacerdote Bilam  para que maldijera al pueblo de Israel y así poder combatirlo, matarlo o arrojarlo de las tierras vecinas donde se habían establecido.

Aparentemente, al solicitar una maldición por parte de Bilam al pueblo de Israel, podría pensarse que creía en Dios y las bendiciones o maldiciones a través de su sacerdote, sin embargo, al enviar una segunda camarilla, más numerosa y de más alto rango que la anterior, Balak deposita su fe en las magias de su sacerdote Bilam.

Aunque Bilam hubiese maldecido al pueblo de Israel. La maldición hubiera recaído sobre él mismo y sobre el pueblo midianita. Sin embargo Dios no le permitió a Bilam maldecir a Israel, por consiguiente Dios estaba protegiendo al pueblo de Midián y no a Israel, que ya estaba protegido por Dios.

También se puede decir que al tener el hombre libre albedrío, si Midian hubiese atacado a Israel, existía la posibilidad de haberlo logrado herir de alguna manera y eso también estaba protegiendo Dios al no permitirle a Bilam maldecirlo.

Por último, Dios le habla a Bilam, lo que lo coloca a una altura espiritual muy especial, sin embargo él no correspondió a esa espiritualidad que Dios le había concedido, no solamente pierde la posibilidad de comunicarse con Dios después de estos hechos relatados en ésta Parashá, sino que además, en una batalla posterior muere en un combate.

Delegar en personas o en dioses no conocidos, en fetiches, la fe que le corresponde a Dios, es firma segura de pérdida de valores y pérdidas físicas.



Números 22:12 y 13 “Dijo Elo-him a Bilam: No vayas con ellos, no maldigas al pueblo, ya que bendito es. Se levantó Bilam por la mañana y dijo a los dignatarios de Balak: Partid a vuestra tierra, pues ha rehusado Ado-nai permitirme ir con vosotros”.

El Rabino Samson Raphael Hirsch indica que Bilam no contó todo lo que había dicho Dios sin solamente la negación de ir, y con las palabras que utilizó, parecía dar a entender que él no debía ir con dignatarios simples pues no eran príncipes. No pasó la información completa y la verdad se distorsionó para ellos.

Era una manera de dar un no sin desearlo. Eso sucede muchas veces con las “verdades”, historias o noticias que se presentan. Se cuentan “ligeramente”, o tal vez hasta cambiadas o simplemente recortadas, lo que hoy se llama la post-verdad. Este defecto hace mucho daño y el resultado termina siendo dañino también para quien lo manipula.



Números 22:12 “Dijo Elo-him a Bilam: “No vayas con ellos, no maldigas al pueblo, ya que bendito es”.

El Rabino Marcos Edery (1928-2010) en su obra explicativa de la Torah trae el siguiente pensamiento: “El pueblo de Israel ha sido bendecido desde antes de su existencia, pues Dios ha bendecido a los tres patriarcas de Israel prometiéndoles una descendencia parecida a las estrellas del cielo y a la arena de la ribera del mar. Por lo tanto “todas las maldiciones”  proferidas contra él no surtirán efecto. En palabras del profeta: “Todo instrumento forjado contra ti, no prosperará y cualquier lengua que se erija contra ti en juicio, será condenada. Es ésta la heredad de los servidores de Adonai, cuya justicia Yo haré prevalecer, dice Adonai”. (Ieshahiahu 54:17).

Cuando Dios le advirtió a Bilam, sacerdote de Mohab, no maldecir a Israel, lo que estaba haciendo Dios era protegiendo al pueblo de Balak y a Bilam mismo. En la Torah Berershit 12:3 dice “Bendeciré a los que te bendigan y al que te maldiga, maldeciré, y serán bendecidas por tu causa todas las familias de la tierra”. De ésta manera, si Bilam maldecía al pueblo de Israel, que era bendecido, él y pueblo, a nombre de quien estaba maldiciendo, quedarían malditos. Por eso es que éstas palabras que Dios le dirigió a Bilam, fueron para su propia protección y no una amenaza. La historia ha demostrado cómo estas palabras de la Torah se han cumplido.



Números 22:8 → Bilam, profeta en Moab, habla a los enviados del rey Balac quienes venían a pedir una maldición para Israel “Les dijo a ellos: pernoctad aquí esta noche y os responderé a vosotros alguna cosa, como me hable Ado-nai a mí. Y permanecieron los dignatarios de Moab con Bilam”.

El Rabino Samson Raphael Hirsch, explica que no era la primera vez que existían profetas de Dios que no pertenecían al pueblo de Israel, siendo los escogidos hombres monoteístas, ellos mismos se consideraban al servicio de Dios, sin embargo no eran la quintaesencia, ni siquiera la esencia del judaísmo. En cambio el judaísmo enseña el monoteísmo con todas las ramificaciones para la vida humana, la Unidad de Dios con la Unidad de la vida a través de la Torah.  El nivel espiritual de Bialm era moralmente inferior, incluso inferior a otros profetas no judíos surgidos anteriormente en la Torah (Malkitzedek) y en el Tanaj (amigos de Iov), Su capacidad espiritual estaba subordinada a su egoísmo, él se puso al servicio de los poderes mundanos y sus bajos deseos. Los sabios lo compararon con los profetas de Israel como Isaías, Jeremías y Ezequiel, etc. Previnieron al mundo sobre los pecados, mientras que Bilam les permitía dejarse llevar por sus deseos mundanos para que perdieran su lugar en el mundo por venir. Los profetas de Israel eran compasivos por Israel y por las demás naciones del mundo. Bilam se levantó para arrancar de raíz a toda una nación, sin ningún motivo. Por lo tanto toda la Parashá de Bilam fue escrita para mostrar por qué Dios retiró el espíritu santo de las naciones del mundo, fue porque Bilam fue uno de los profetas que recibieron el espíritu santo e hizo mal uso de él.

Bilam no tuvo la espiritualidad o la benevolencia como para rogar a Dios por la salvación del pueblo, o enviar a estos hombres a decir al rey Balac que permitiera vivir al pueblo de Israel, él se limitó a decir lo que Dios le dijera, él ni siquiera sufrió con la petición realizada por el rey Balac. No merecía éste don y privilegio que Dios le había concedido. La bondad en un ser humano, sea o no judío, es la verdadera espiritualidad que es reconocida por Dios, para ser merecedor del bien que habrá de venir. Tan solo la bondad y el deseo de vida y protección de cualquier ser humano que lo necesita, ya es motivo para que éste sea un mundo donde vivir mejor y en paz.



Números 22:9 → "Le sobrevino la palabra de Elo-him a Bilam y dijo: ¿Quiénes son estos hombres que están contigo?

Abraham Ibn Ezrah: -Toledo España (1089-1164)-, explica que esta pregunta al sacerdote Bilam, abre un diálogo suave con Dios, permitiéndole la posibilidad que reflexione y asuma la verdad, parecido a la pregunta que hizo Dios a Adam cunado se escondía en el Gan Eden: ¿Dónde estás? O a Caín cuando mató a Abel: ¿Dónde está tu hermano?

Lógicamente Dios sabía exactamente quiénes eran los hombres que Bilam había hospedado y por qué los había albergado esa noche. Esta pregunta era para que él mismo se la hiciera y se diera cuenta del error que estaba cometiendo al tener la esperanza que Dios le permitiera maldecir al pueblo de Israel y quedar muy bien con el Rey Balak.

Algunas veces se piensa que un acto registrado como “corrupto” o “pecaminoso” o cualquier otra característica que se salga del reglamento que permite la justicia o la verdad, se puede disfrazar de algo bueno y se podría volver un “acto muy bueno”, tratando de convencerse a sí mismo que lo que hace está bien hecho. Pero esa es la peor de las mentiras, pues se está mintiendo a sí mismo y los resultados suelen no ser buenos. Es de suma importancia revisar la conducta diaria y cuando el impulso lleva a hacer algo que haga daño a otra persona o que la lastime ya sea física o psicológicamente, es necesario reparar antes de obrar. Igualmente sucede con el bulling –matoneo- muy frecuente en los colegios, -pero en otros ambientes también, incluso de adultos- donde las autoridades escolares deberían constantemente educar y enseñar el gran daño que se hace a otra persona o a la misma institución, y finalmente el daño que se hacen a sí mismos.

Quiera Dios que tengamos todos la posibilidad de preguntarnos siempre antes de cada acción, si resulta ser justa o dañina realmente.



Números 22:10 y 11  “Dijo Bilam a Elo-him: Balak hijo de Tzipor me ha enviado. He aquí el pueblo, el que ha salido de Egipto, ha tapado la vista de la tierra; y ahora ven y maldícemelo, tal vez pueda luchar contra él y lo expulse”.

El Rey Balak, creía que todo lo que Bilam bendecía era bendecido y lo que Bilam maldecía era maldito –Números 22:5 y 6-, Bilam que era un profeta púes tenía la conexión con Dios, debía saber varias cosas como que el pueblo de Israel no es que “había salido de Egipto” sino que Dios lo había sacado de Egipto, también sabía que era un pueblo bendecido por Dios, por eso, la pregunta de Bilam a Dios era del todo atrevida, irreverente y como si fuera capaz de convencer a Dios de cambiar Su determinación, y todo para ganar importancia, poder y recompensa.

Siempre habrá gente con poder y capacidad de hacer el mal, pero Dios, que está por encima de cada ser humano, Dios permite o no permite. El pueblo de Israel ha tenido que pasar por horribles sufrimientos a través de la historia. El que niegue que Dios lo ha permitido, niega el poder y control de Dios sobre el mundo entero. Solamente que nosotros los humanos no logramos comprender muchos hechos sucedidos, porque nuestra humanidad es limitada. Solo podemos entender, en base a los escritos de la Torah, que el pueblo de Israel es un pueblo bendecido, que quien lo maldice por su libre albedrío, será maldecido y quien lo bendice por su libre albedrío, será bendecido. El pueblo de Balak, debido a su intención de maldecir a Israel, terminó desapareciendo, exactamente como Balak pretendía le pasara al pueblo de Israel. Todos los enemigos de Israel, terminarán tal como ellos han deseado a Israel, mal o bien. Esto se dará tarde o temprano.

El pueblo de Israel ha sido posiblemente el instrumento de Dios, para que el mundo pueda ver y oír, para que el mundo entienda, la luz del mundo. Los líderes y todas las personas que entienden esto, y proceden con justicia y bondad según la Ley Divina, tendrán su recompensa. Quien busque el mal, la injusticia y el daño al pueblo de Israel, tendrá su maldición.