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Los 10 incidentes antisemitas más destacados de 2018

Por: Jack Goldstein

El Centro Simon Wiesenthal, que se estableció para perseguir a nazis y a sus colaboradores y que hoy en día se mantiene como defensor de los derechos de judíos por todo el mundo, publicó recientemente su lista del top 10 de incidentes antisemitas durante el año pasado. Ellos son, en orden descendente:

  1. La masacre en la sinagoga de Pittsburgh.
  2. Los reiterados comentarios incendiarios de Louis Farrakhan, líder musulmán negro de la Nación del Islam
  3. El creciente clima de hostilidad en los campus de universidades gringas hacia su estudiantado judío.
  4. Jeremy Corbyn y su retahíla de críticas maliciosas contra cualquier tema israelí, su apoyo a terroristas y el clima de antisemitismo que ha fomentado dentro de laborismo inglés.
  5. UNRWA y su política difamatoria en escuelas palestinas.
  6. AirBnB con su boycott a propiedades en Judea y Samaria sin aplicar el mismo racero con otras zonas ocupadas o en disputa.
  7. German Bank for Social Economy por su boycott a Israel.
  8. Gayle Harris, la obispo de la diócesis de Massachusetts reportando falsamente haber presenciado violaciones a derechos humanos de niños palestinos.
  9. El Instituto Karolinska de Suecia saboteando la promoción de científicos judíos.
  10. Roger Waters y su eterna campaña de Boycott a Israel usando innumerables referencias antisemitas en sus conciertos.

Quizás se sorprendan con la lista o quizás no. Muchos son actores repetidos o al menos son hechos provenientes de factores incitadores tradicionales de antisemitismo. Pero considero que vale la pena reflexionar sobre situaciones crecientes que describen un mundo más agresivo hacia nosotros.  BDS y su teórica posición pacifista en contra de la ocupación gana cada vez más adeptos y seduce a grandes empresas, a figuras del arte y el deporte, y logra coronarse como opción válida de protesta en un mundo cada vez más ligero, influenciable por las redes sociales, y parco a la hora del debate inteligente. Pero también caen en sus garras universidades, centros científicos, figuras del clero y líderes de partidos políticos de potencias mundiales. Estamos perdiendo la batalla entre grupos teóricamente pensantes y apenas ganando terreno entre ciertos sectores religiosos evangélicos guiados por pasiones de la fe.

Personalmente, considero que los puntos 3 y 4 son los más dramáticos a corto plazo por su influencia sobre masas y la capacidad de cambiar electorados a mediano plazo, y vienen de la izquierda, que tradicionalmente ha sido nuestro bastión. La historia nuevamente nos invita a no caer en la parsimonia y nos sirve en bandeja nuevos retos para afrontar si queremos trascender a futuro.