Imprímeme

Reflexión sobre mi viaje a Polonia

Por: Isabel Abadi

20 Adar de 5777 - 18 Marzo de 2017

Intento descansar pero la mente no permite y el alma clama. Entender la brutalidad, crueldad, sadismo al que pueden llegar los hombres.

Había escuchado versiones sobre el Holocausto que sucedió en la Segunda Guerra Mundial, lejos estaba de conocer el verdadero genocidio de cómo fue la terrible historia.

Eran guetos donde los conducía para pasar hambre, frío, enfermedad y muerte (plagas); entre tanto, comenzaban a construir los Campos de Exterminio, allí donde millones de hermanos nuestros fueron sometidos a toda clase de martirios vejámenes, trabajos forzados y esclavos de los nazis, quienes olvidaron ser humanos y se encarnizaron con sevicia sobre el dolor de ancianos, padres, madres, niños y millones de familias cuyos sobrevivientes llevarán el dolor por toda una vida.

Testimonios de mártires que gritaban antes de su muerte ¡venganza! De un pueblo que reclama venganza, de un mundo que no entiende, me pregunto ¿cómo podremos vengar millones de víctimas que fueron asesinadas en nombre de la crueldad y el odio? 

Miro al cielo y solo sé que hay un Todopoderoso que puede hacer justicia verdadera y vengar en su ira Divina tanto dolor perpetrado a manos de seres despiadados.

Los invito a que hagamos lo que hacían nuestros patriarcas, quienes buscaban a Dios de todo corazón, le clamaban dándole el kavod, quien en su Ser tiene la autoridad de lograr con justicia verdadera que millones de almas descansen en paz por una eternidad; así será vengada tanta sangre derramada reconociendo que no está en nuestras manos ni el poder ni la autoridad de hacerlo, tan solo somos una brizna de su creación delante de Su grandeza, humillando nuestro ser y contristando en Su presencia nuestros corazones, con lágrimas clamor e inmensa Emunah, para que seamos escuchados en lo alto y se haga justicia verdadera y única. 

¿Cómo olvidar la Esclavitud en Egipto, a Quien nos sacó con mano fuerte y brazo extendido?

¿Cómo olvidar las muchas batallas que Adonai Tsebaot ha ejecutado por siglos a través de una historia marcada por la persecución y el odio?

Tenemos al Eterno al Justo Ado-ai y Él hará conoce cada corazón, así el del justo como el del perverso. El vengará la barbarie del hombre.

Hermanos de experiencia, nos une el ser judíos y ahora un vínculo más: ésta vivencia que compartimos juntos, he visto en ustedes y en sus rostros dolor, ojos que miran al infinito, al cielo, he visto rostros palidecer, he visto lágrimas y hasta he visto sonrisas que denotan incredulidad y asombro tratando de entender lo que nunca entenderemos estoy; segura que ninguno ha sufrido más que el otro, estoy segura que los que no lloran sobre sus mejillas lloran por dentro, nadie sabe lo que se teje en el corazón del otro, pero sé que todos lo hemos sentido. Cuando nos volvamos a ver en alguna oportunidad recordaremos: éste fue mi compañero de aquella vivencia que me dejó un antes y un después.

Nuestra venganza será hablar, enseñar y contar que los nuestros y muchos otros fueron mártires y sus vidas truncadas.

Pueblo amado, eres valiente y mi orgullo de ser judía me brota por los poros, luchaste con dignidad y pusiste resistencia sin condiciones para dar la batalla, tu fuerza venia de lo alto, del Eterno, de tu raza pujante, de tu orgullo, de patria, de tu amor a tus raíces y de morir dignamente. La promesa de una tierra donde fluye leche y miel será por una Eternidad.

¡Jazak Veematz!