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Hartos de Hamas

Por: Victor Zajdenberg

“La costumbre genera resignación, la resignación genera apatía, la apatía genera inercia, la inercia genera indiferencia y la indiferencia sofoca el instinto de autodefensa, de reacción rápida, de juicio moral y de lucha”. Así se expresaba la siempre recordada Oriana Fallaci, hace 20 años atrás en “El Apocalipsis” (Ed. El Ateneo).

Es lo que exactamente ha sucedido en el Estado de Israel antes del fatídico sábado 7/10/2023, día de los festejos de Simjat Torah, la Fiesta cuando se termina de leer la Torah y se empieza nuevamente su lectura.

En el año 2005, 18 años atrás del artero ataque de Hamas, el Gobierno israelí del Gral. Sharon entregó generosa y unilateralmente la Franja de Gaza a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Su presidente Mahmud Abbas tomó posesión y llamó a elecciones generales para su realización en el 2006. En Judea y Samaria triunfó su agrupación, la OLP, mientras que en Gaza fue superado por la Organización Hamas.

En el 2007 la Organización Terrorista Hamas provoca un sangriento Golpe de Estado en Gaza y elimina a los partidarios del presidente Abbas, asesinándolos y arrastrando sus despojos por las calles de la ciudad, tomando el poder absoluto. A partir de ese momento comienzan los numerosos lanzamientos de cohetes y misiles hacia las zonas fronterizas de Israel, habitadas por civiles de los kibutzim, moshavim, poblados y ciudades, disparando desde aquel entonces hasta el funesto 7/10 más de 100.000 artefactos misilísticos. Israel respondía en cada ocasión mientras se llegaba a un transitorio “cese de fuego” (hudná lo llaman ellos), así durante 16 años, hasta que sobrevino la tragedia del 7/10.

Los sucesos acaecidos durante ese sábado son conocidos universalmente y también la reacción israelí de autodefensa a partir del día 8/10 siguiente en la que, el Ejército de Israel, tuvo que penetrar dentro de la Franja de Gaza persiguiendo a los asesinos y violadores de los terroristas de Hamas.

Este operativo militar ha logrado eliminar hasta la fecha a casi las ¾ partes de los batallones armados de Hamas, quedando estos reducidos actualmente a 4 escuadrones arrinconados en Rafah (Rafiaj), mientras se continúa con la destrucción de los centenares de Km de túneles y laberintos construidos debajo de toda la Franja de Gaza, incluyendo Hospitales, Escuelas, Centros de la UNRWA (ONU), viviendas y edificios de departamentos civiles.

El vocero de Hamas informa que hay más de 31.000 civiles muertos sin verificación probatoria alguna y sin especificar la cantidad de combatientes caídos, lo que representa una vil falacia. Distintos informes de especialistas calculan que, si dicha cifra fuera cierta, más de la mitad serían de militantes armados, o sea aproximadamente 16.000 criminales. Es demostrable también que de los 15.000 misiles disparados por Hamas en esta operación un 20% han caído dentro de la misma región de Gaza, lo que seguramente produjo la defunción de cerca de 3.000 muertos propios. Restaría analizar el resto de las 12.000 víctimas gazatíes de las cuales casi la mitad probablemente fueron ejecutadas por los mismos terroristas de Hamas que las usaban como escudos humanos, asesinadas por las protestas de los propios habitantes, liquidadas por pretender huir de la contienda hacia áreas seguras, eliminadas al querer obtener los cargamentos de comestibles que entraban para abastecer a los civiles pero que Hamas se los robaba para su uso personal.

Si estos cálculos fueran correctos las muertes provocadas por la guerra propiamente dicha serían no más de 5.000 a 6.000 fallecidos, lo que para un conflicto de estas características representarían daños colaterales aceptables y de las más bajas de todas las guerras de los últimos tiempos.

El Profesor Yuval Noha Harari menciona en uno de sus últimos artículos que en la Guerra civil de Ruanda en 1994 fueron asesinadas cerca de 800.000 personas, lo que indica y ratifica que el Ejército de Israel cumplió con todas las normas internacionales para la protección de los civiles en los casos de guerra.

El verdadero genocidio lo han cometido los bárbaros de Hamas y quienes los ayudan como Qatar, el presidente Sánchez de España, Josep Borrell de la Unión Europea, el líder Demócrata del Senado de los Estados Unidos Chuck Schumer y tantos otros que privilegian la subsistencia de Hamas a la devolución inmediata con vida de los 134 rehenes israelíes que Hamas utiliza para sobornar a los cobardes, mediocres e ignorantes dirigentes del mundo actual.